Después de haber hecho hace unos meses una entrada dedicada a los mejores bases de la historia de la mejor liga de baloncesto, era cuestión de tiempo que continuara la serie con la siguiente de las cinco posiciones básicas: la de escolta. Hoy me decidido y aquí os dejo la entrada con mi selección de los jugadores más importantes que han actuado en la NBA en este puesto. Como siempre que hago un ranking de carácter subjetivo, sé que no estaremos de acuerdo en todos los nombres y en todas las posiciones; eso sí, supongo que no habrá discusión en cuanto al que encabeza la lista...
10: JOE DUMARS
Toda su carrera profesional (entre 1985 y 1999) la vivió vistiendo la camiseta de los Detroit Pistons, franquicia con la que fue dos veces campeón de la NBA en 1989 y 1990. Menos espectacular que el célebre Isiah Thomas, pero casi igual de importante en el juego de su equipo, Dumars destacó por su extraordinario trabajo en defensa y por su buena aportación en puntos y asistencias. Sus galardones individuales dan buena muestra de sus elevadas prestaciones: 6 veces All Star, 4 veces en el mejor quinteto defensivo, 2 veces en el tercer equipo ideal de la NBA y MVP de la finales en el 89, el año en el que los "Bad Boys" de Detroit machacaron por 4-0 a los Lakers de Magic Johnson. También tuvo su pequeño momento de gloria con la selección, con la que fue campeona del mundo en Canadá en 1994.
9: SAM JONES
Aunque en su época la distinción entre base y escolta no era siempre tan clara como hoy en día, su habilidad para el lanzamiento (era apodado "The Shooter") me ha llevado a incluirle en esta posición y no como director de juego. Su nombre está ligado exclusivamente a los Boston Celtics, entidad con la que jugó en sus doce temporadas como profesional y en la que obtuvo nada menos que diez anillos de campeón (solamente superado por Bill Rusell) entre finales de los 50 y los 60, años en los que los Celtics dominaron totalmente la competición. Rápido y con buena visión de juego, fue incluído en la lista de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA realizada en 1996 y participó en seis ocasiones en el All-Star Game.
8: DWAYNE WADE
Un jugador aún en activo, y destinado a escalar algunos lugares en esta lista cuando haya terminado su carrera. Wade llegó a los Miami Heat a los 21 años, en el 2003, y desde entonces ha sido uno de los puntales de su equipo. De gran explosividad física, muy difícil de defender y con una enorme aportación en anotación, Wade destaca también por ser un "clutch player", uno de esos jugadores que siempre están dispuestos a jugarse el tiro decisivo. En cuanto a premios colectivos, tiene tres anillos (2006, 2012, 2013) y dos medallas olímpicas (oro Pekín 2008, bronce en Atenas 2004); a nivel individual, ha sido 9 veces All-Star, tiene dos presencias en el mejor quinteto de la liga y tres en el segundo, y fue nombrado MVP de las finales contra Dallas en el 2006, en las que promedió unos siderales 34,7 puntos.
7: REGGIE MILLER
Desde luego la foto no está elegida al azar, puesto que todos los que vimos jugar a Miller lo recordamos así: alzándose por encima de su marcador, en busca de un lanzamiento en suspensión con el que poner a su equipo por delante. Fue un escolta que destacó especialmente por su efectividad en el tiro de tres puntos y por su enorme solvencia en los minutos decisivos de los partidos, en los que jamás le quemaba la pelota. Sus 18 temporadas en la NBA las jugó con los Indiana Pacers, sin llegar a ganar un anillo que por talento y meritos de su equipo probablemente mereció (pero los Bulls de Jordan y los Lakers de O'Neal-Bryant no eran muy amigos de concesiones, que digamos). Fue campeón olímpico en Atlanta 96, campeón del mundo en Canadá en 1994 y 5 veces All-Star.
6: CLYDE DREXLER
Un fenómeno del baloncesto, cuya fama seguramente se ha visto algo
mermada por haber jugado en la misma época que Michael Jordan. Sin duda
estamos ante uno de los escoltas más completos de todos los tiempos, ya
que sus números eran brillantes en todas las facetas del juego; como
prueba de ello, destacar que es uno de los tres jugadores de la historia
(junto con Oscar Robertson y Havlicek) capaz de conseguir más de 20.000
puntos, 6.000 rebotes y 6.000 asistencias durante toda su carrera. Sus
quince temporadas como profesional las repartió entre Portland y
Houston, logrando con los Rockets el anillo en 1995. Además, fue diez
veces All-Star, tuvo una presencia en el mejor equipo del año en la NBA y
dos en el segundo, y fue campeón olímpico con el Dream Team en
Barcelona 92.
5: GEORGE GERVIN
La ausencia de anillos y finales (¡qué diferencia con la última década de San Antonio!) en su palmarés ha restado algo de nombre a este excepcional escolta, que desarrolló su carrera NBA principalmente con Spurs (más un añito en Chicago). Su fuerte era la anotación, obteniendo un sensacional promedio de 26,2 puntos en su carrera en la Liga y siendo cuatro veces líder en este apartado. Además, fue 9 veces All-Star, y estuvo en cinco años consecutivos en el equipo ideal del campeonato (78-82) y otras dos veces en el segundo. Terminó sus años como jugador en el TDK Manresa, donde compitió a los 38 años y aún así dejó un rendimiento extraordinario.
4: ALLEN IVERSON
Su triste final de carrera y sus problemas fuera de las canchas no deben desmerecer su extraordinario nivel como deportista, habiendo sido con todo merecimiento uno de los jugadores más temidos y valorados en la NBA en los últimos quince años. Con un estilo de juego espectacular como pocos, tiene el sexto mejor promedio anotador de la historia de la competición (26,7 puntos por encuentro), y entre sus múltiples logros destacan sus tres presencias en el mejor quinteto de la liga, sus 10 participaciones en el All-Star y su MVP de la temporada 2001. Lamentablemente, su indudable talento no fue suficiente para conseguir el ansiado anillo con el que siempre soñó, siendo frenado por los Lakers en las finales del citado 2001 cuando vestía la camiseta de los Sixers (franquicia con la que vivió sus mejores años profesionales).
3: JERRY WEST
Un auténtico mito de la historia de la competición, no en vano es su imagen la que sirvió como modelo para el logotipo de la NBA. De enorme aportación ofensiva (tiene el cuarto mejor promedio anotador de todos los tiempos) y excelentes prestaciones defensivas (estuvo en cuatro ocasiones en el mejor quinteto defensivo de las seis en las que pudo entrar), West destacó especialmente por su disposición a jugársela en los momentos decisivos, lo que le valió ser considerado uno de los primeros "clutch player" del baloncesto americano. Toda su carrera la desarrolló en Los Ángeles Lakers (1959-1973), ganando un anillo en el 72 y quedandose en múltiples ocasiones a las puertas del título. Fue 13 veces All-Star, estuvo en diez ocasiones en el equipo ideal (la última en el año de su retirada), ganó el oro olímpico en Roma en 1960 y es el único jugador de la historia en ser MVP de las finales a pesar de no haberlas ganado (en 1969 contra Boston).
2: KOBE BRYANT
También es de los Lakers (a los que llegó directamente desde el instituto en 1996) el jugador que ocupa la segunda posición de este listado. Un auténtico fuera de serie del baloncesto, que ha jugado un papel clave en los cinco títulos ganados en los años en los que él ha formado parte del equipo. Ha sido dos veces máximo anotador de la NBA (2006 y 2007), ha estado once veces en el mejor quintento de la competición, ha formado parte en otras nueve ocasiones del mejor quinteto defensivo, ha sido quince veces All-Star y dos veces MVP de las finales (2009, 2010), y actualmente es el cuarto máximo anotador de la historia de la competición, a sólo 675 puntos del tercero. Su carrera aún no ha acabado, y aunque sus Lakers no parecen tan competitivos como hace unos años (incluso a él, Gasol y Nash les afecta el paso del tiempo) Kobe sigue teniendo hambre y carácter para intentar añadir un nuevo anillo a sus manos.
1: MICHAEL JORDAN
El inevitable número uno de este ranking, y seguramente lo sería también si realizara otro de los mejores jugadores sin tener en cuenta sus posiciones. Poco se puede decir de Jordan que no se haya dicho ya: que cambió la historia de los Chicago Bulls, que no ha habido otro como él, que ha sido un jugador completísimo... Pero ante todo y sobre todo, Jordan pasará a la historia como un ganador, como el jugador más decisivo y desequilibrante, capaz de anotar 38 puntos en un partido de las finales del 97 a pesar de estar enfermo, capaz de hacer seis triples en la primera parte del primer partido de las finales del 92, capaz de hacer la canasta decisiva a los Jazz en el 98 con una facilidad sólo al alcance de los genios...
Fue dos veces campeón olímpico (Los Ángeles 84 y Barcelona 92), Rookie del año, seis veces campeón de la NBA (91, 92, 93, 96, 97 y 98), cinco veces MVP de la temporada, seis veces MVP de las finales (todas las que jugó), catorce veces All-Star, nueve veces miembro del mejor quinteto defensivo y en diez ocasiones parte del mejor equipo del campeonato. También fue en diez temporadas el máximo anotador de la competición, ocupando el tercer puesto entre los máximos anotadores de la historia de la Liga con 32.292 puntos en temporada regular. Pero por encima de todos los datos y premios nos queda su talento, el talento de uno de los mayores genios de la historia del deporte. Disfrutemos una vez más (desde luego no será la última) de Michael Jordan.