martes, 28 de enero de 2014

¡MIGUELÓN!: 1992 (II)

Los días de transición hasta las etapas alpinas sirvieron para que se viviera la primera victoria al sprint (que se adjudicó Jean Paul Van Poppel) y para que el veterano Laurent Fignon lavará su maltrecho honor tras la crono de Luxemburgo y se llevará el triunfo en Mulhouse. Traspasado ya el ecuador de la carrera, se llegaba a las tres etapas con final en alto que debían ser decisivas para la general final: la primera, la más suave, terminaba en La Saleve, tras cinco puertos previos y uno de ellos de primera categoría. La segunda, una locura: nada menos que 254,4 kilómetros con un puerto de segunda, tres de primera (Roseland, Mont-Cenis y la subida final a Sestriere) y un fuera de categoría, el col de l'Iseran con 2.770 metros de altitud. La tercera, igual o peor: 186 kilómetros para subir cuatro puertos, tres de los cuales eran auténticos clásicos de categoría especial, el Galibier, la Croix de Fer y l'Alpe d'Huez. Si los Pirineos habían dado un vuelco a la carrera en 1991, en esta ocasión era el turno de los Alpes.

La última gran victoria del desaparecido Laurent Fignon se produjo en el Tour de 1992

 
La primera etapa alpina se disputó el 17 de julio, tras el día de descanso (en el que, dicho sea de paso, Indurain las pasó canutas por culpa de una muela en la que tuvo que recibir un empaste de emergencia). Aunque no fue determinante, la carrera empezó a moverse: con una fuga iniciada a casi 100 kilómetros de la meta, Pedro Delgado y Stephen Roche lograron sacar tiempo al resto de favoritos (2'53'' y 2'17''), aunque no pudieron arrebatarle la victoria al suizo Rolf Jaermann. El corredor irlandés pasaba a situarse a 31'' de Indurain, y Perico se colocaba cuarto y empezaba a ilusionar a los aficionados con una doble presencia española en el podio de París. Sin embargo, estos cambios quedaron en nada al día siguiente, cuando se disputó una de las jornadas de montaña más memorables de los últimos treinta años del Tour.

La etapa con final en Sestriere forma parte del recuerdo de todos los aficionados al ciclismo que tuvimos la suerte de verla, y está ligada de forma inevitable a dos nombres: Miguel Indurain y Claudio Chiapucci. El primero, porque en ella consiguió alcanzar la primera plaza de la general para no abandonarla; el segundo, porque obtuvo la victoria tras una alocada y brutal escapada y casi ocho horas sobre la bicicleta difíciles de olvidar. No nos engañemos, todo amante del ciclismo quiso aquel día, aunque solo fuera por un momento, que el "Diablo" fuera el primero en cruzar la línea de meta.


Perfil de la etapa reina del Tour de 1992, con final en Sestriere

 
La fuga de Chiapucci se inició en las primeras rampas del Cormet de Roseland, acompañado de un grupo de valientes a los que fue dejando atrás paulatinamente (entre ellos el vasco Iñaki Gastón, que sufrió una escalofriante caída que le obligó a pasar por quirófano). Por la cima del Iseran, a 118 kilómetros de meta, Claudio ya marchaba en solitario y con una gran ventaja, y los grandes favoritos, seguramente convencidos de que reventaría, no se deciden a mover ficha. El calor, la tensión, la larga marcha en solitario, los 267 kilómetros del día anterior... Nada parecía hacer mella en el ánimo de un Chiapucci decidido a hacer historia.

A diez kilómetros de la cima de Mont Cenis y con cinco minutos perdidos con "el Diablo", a Bugno e Indurain se les acaba la paciencia, y se lanzan tras el corredor del Carrera. Los otros pesos pesados no les siguen: Roche y Delgado están justitos tras el esfuerzo del día anterior; Breukink sigue sin estar al nivel que de él se espera; y Pascal Lino, simplemente, no tiene suficientes fuerzas para seguir con los mejores en el día más exigente. Pero la peor parte se la está llevan Greg LeMond. El americano, que empezaba la etapa en la quinta posición de la general, se rompe en mil pedazos en la alta montaña, y cederá nada menos que 49'38'' en meta. Exactamente el mismo tiempo perderá Luc Leblanc, la joven estrella francesa que en este Tour estuvo lejos de su mejor forma.

Un eufórico Chiapucci, en el momento de cruzar en solitario la línea de meta

 
La fuga de Bugno e Indurain, a los que se ha unido dos buenos escaladores como Franco Vona y Andrew Hampsten, tiene éxito parcialmente: consiguen reducir las diferencias con Chiapucci, pero al pie del último puerto su ventaja sigue siendo en torno a los dos minutos. Las fuerzas parece que renacen en Claudio, que es arropado y animado en cada curva de Sestrieres por legiones de seguidores italianos, entusiasmados ante el esfuerzo de su compatriota. Por detrás, se rompe la colaboración y Franco Vona lanza un desesperado ataque para intentar cazar a Chiapucci y poder disputarle la victoria de etapa. Junto a él, se marcha Miguel Indurain, que seguramente no está pendiente del triunfo parcial pero sí que lo está de sacarle tiempo a Bugno. Y lo logra: incapaz de seguir el ritmo tras el nuevo acelerón, el corredor del Gatorade pierde contacto con el navarro, tal y como ya le ocurriera en el Tourmalet el año anterior.

Un par de kilómetros después, el ritmo que pone Miguel es demasiado fuerte para Vona, que también se quedá atrás. A partir de entonces, la subida a Sestrieres se convierte en una especie de agónica cronoescalada entre Indurain y Chiapucci, que ve como poco a poco se le va recortando su ventaja. Al pasar por la pancarta de 2 kilómetros para meta, Miguel había conseguido dejar la diferencia en 57''; pero a partir de ese instante el navarro experimentó un tremendo bajón en sus prestaciones fruto de una de las peores "pájaras" de su carrera; casi incapaz de avanzar en línea recta, el navarro llegó al límite de sus fuerzas a meta, adelantado por Vona y a 1'45" del ganador de la etapa, un Claudio Chiapucci que aquel día se ganó la admiración de todos los aficionados de este deporte.

Indurain en el tramo final de la etapa de Sestriere. Minutos más tarde ya lucía el maillot amarillo

 
A pesar de flojear en los últimos instantes, la etapa se saldaba con un botín espectacular para Miguel, que se situaba como líder de la general y dejaba a 4'20'' a su gran competidor, Gianni Bugno. No era el peor parado: el otrora maillot amarillo Pascal Lino se situaba a 7'21''; Pedro Delgado a 8'47''; Stephen Roche a 9'13''; Erik Breukink a 14'21''; y Greg LeMond a 50'53''. Únicamente Chiapucci resistía: a solo 1'42'' en la clasificación, parecía el último ciclista que aún podía crear alguna dificultad a Indurain.

Después del etapón con final en Sestrieres, los aficionados se frotaban las manos ante la última jornada montañosa, que acababa en la cima del legendario Alpe d'Huez. Al final no fue para tanto: las fuerzas no estaban para alardes como los del día anterior, y Chiapucci e Indurain entraron juntos en meta a tres minutos del ganador, Andrew Hampsten. Eso sí, la jornada sirvió para que Bugno sufriera el descalabro final, al perder más de 6 minutos con Miguel y Claudio, y para asistir al abandono de un auténtico mito: agotado y desmotivado, Greg LeMond se bajó de la bici en la localidad de St. Jean de Maurienne. Sólo disputaría una vez más el Tour (en 1994), y lo hizo para retirarse de la carrera en las primeras jornadas.

El vencedor en Alpe d'Huez en 1992: Andrew Hampsten

 
Cerrado el periodo alpino, se disputaron dos jornadas de media montaña que despertaban cierto recelo en Banesto, especialmente teniendo en cuenta el agresivo carácter de Chiapucci y su disposición a atacar en cualquier momento. Sin embargo, todo fue mucho más sencillo: las jornadas transcurrieron con bastante placidez, y el equipo de Echavarri controló el ritmo de carrera y a su rival directo sin excesivas dificultades. La falta de movimiento de los pesos pesados sirvió para que corredores importantes pero descartados para la general tuvieran su día de gloria: primero fue Franco Chioccioli quien se impuso en Saint-Éttiene, y al día siguiente le tocó a Stephen Roche ganar en La Bourboule, confirmando su buena actuación en este Tour y dando una nueva alegría al Carrera Jeans.

Tras dos etapas más en línea sin consecuencias (saldadas con victorias de Jean Claude Colotti y Thierry Marie), se llegaba a la última contrarreloj del Tour, que constaba de 64 kilómetros entre las localidades de Tours y Blois. Para entonces, todo el mundo daba por sentenciado el maillot amarillo para Indurain salvo catástrofe (caída, enfermedad o similar), por lo que los alicientes se centraban en otros aspectos: en el plano puramente deportivo, estaba por decidir la tercera plaza de la clasificación final, que se disputaban Hampsten Lino y Bugno, con ventaja del americano de 1'15'' sobre el francés y 2'02'' sobre el italiano; en un plano entre lo deportivo y lo morboso, existía expectación por ver si Indurain conseguía doblar a Chiapucci, tal y como había sucedido en la última crono del Giro de Italia. Después de aventajar a Claudio en 5'26'' en Luxemburgo, la opinión más extendida era que estaba en disposción de lograrlo.

El irlandés Stephen Roche reverdeció viejos laureles en esta edición del Tour

 
Pero esta vez las diferencias no fueron tan espectaculares como en la primera contrarreloj, debido a que el trazado era menos duro y que Indurain no se exigió al mismo nivel que en tierras luxemburguesas. Incluso pareció durante buena parte de la etapa que Gianni Bugno, que aquel día estuvo a su mejor nivel, podía disputarle el triunfo de etapa: después de 46 kilómetros, Indurain solo aventajaba en un segundo al correror del Gatorade. Pero a partir de ahí el navarro fue liberado del control táctico al que le había sometido Echavarri y lo dio todo en los últimos kilómetros, sacándole a Bugno al final de la crono 40 segundos. El italianao logró hacer segundo y ganarse el tercer cajón en el podio, lo cual sirvió para suavizar el desastre sufrido en los Alpes. Chiapucci, por su parte, también lo dio todo y ello le sirvió para  evitar que Indurain le superara, aunque fuera sólo por siete segundos. "Debo estar contento, esta vez no me ha pillado" confesó "el Diablo" en la línea de meta.

Las dos últimas etapas fueron absolutamente intrascendentes para la general: el corredor del Lotto Peter de Clerq vivió su día de gloria particular al ganar en Nanterre, y el prestigioso sprinter Olaf Ludwig se anotó la siempre relevante victoria en los Campos Elíseos al superar a todos sus rivales en la llegada masiva. El paseo de París quedó un año más como el perfecto homenaje para el ganador de la prueba, después de más de tres intensas semanas de competición

El podio de París en 1992. Era la segunda victoria de Miguel

 
El Tour de 1992 se cerraba con el maillot amarillo por Miguel Indurain, flanqueado en los puestos de honor por Claudio Chiapucci (a 4'35'') y Gianni Bugno (a 10'49''). Chiapucci se alzaba además con la clasificación de la montaña (fruto en buena parte gracias a su espectacular etapa con final en Sestrieres), y su equipo el Carrera Jeans remataba su espectacular competición añadiendo la clasificación por equipos a las tres victorias parciales obtenidas. La clasificación de los puntos era para Laurent Jalabert (ONCE), que lograba así el primero de sus muchos grandes éxitos en el ciclismo profesional. Y la general de los jóvenes se la adjudicaba Eddy Bouwmans, un prometedor ciclista holandés del Panasonic que no llegó a explotar del todo el talento que se le suponía.

Sin embargo, por encima de los datos y de los números, el Tour de 1992 se cerraba con una certeza: la confirmación de que existía un gran campeón en el pelotón y que apartarlo de lo más alto iba a ser muy difícil. Con el doblete Giro-Tour de aquella temporada, Indurain confirmó que nos encontrabamos ante un corredor con capacidad de marcar una época en el mundo del ciclismo.


Etapa
Recorrido
KM
Ganador
Líder
Pr.
San Sebastián-San Sebastián
8
Miguel Indurain (Banesto)
Miguel Indurain
San Sebastián-San Sebastián
194,5
Dominique Arnould (Castorama)
Alex Zülle
San Sebastián-Pau
255
Javier Murgiualday (Amaya Seguros)
Richard Virenque
Pau-Burdeos
218
Rob Harmeling (TVM)
Pascal Lino
Libourne-Libourne
63,5
Panasonic (CRE)
Pascal Lino
Nogent-sur-Oise-Wasquehal
196
Guido Bontempi (Carrera)
Pascal Lino
Roubaix-Bruselas
167
Laurent Jalabert (ONCE)
Pascal Lino
Bruselas-Valkenburg
196,5
Gilles Delion (Helvetia)
Pascal Lino
Valkenburg-Coblenza
206,5
Jan Nevens (Lotto)
Pascal Lino
Luxemburgo-Luxemburgo
65
Miguel Indurain (Banesto)
Pascal Lino
10ª
Luxemburgo-Estrasburgo
217
Jean Paul Van Poppel (PDM)
Pascal Lino
11ª
Estrasburgo-Mulhouse
249,5
Laurent Fignon (Gatorade)
Pascal Lino
12ª
Dole-Saint Gervains-Mont Blanc
267,5
Rolf Jaermann (Ariostea)
Pascal Lino
13ª
Saint Gervais-Sestriere
254,5
Claudio Chiapucci (Carrera)
Miguel Indurain
14ª
Sestriere-Alpe d’Huez
186,5
Andrew Hampsten (Motorola)
Miguel Indurain
15ª
Le Bourg-d’Oisans-Saint-Étienne
198
Franco Chioccioli (GB-MG)
Miguel Indurain
16ª
Saint-Étienne-La Bourboule
212
Stephen Roche (Carrera)
Miguel Indurain
17ª
La Bourboule-Montluçon
189
Jean Claude Colotti (Z)
Miguel Indurain
18ª
Montluçon-Tours
212
Thierry Marie (Castorama)
Miguel Indurain
19ª
Tours-Blois
64
Miguel Indurain (Banesto)
Miguel Indurain
20ª
Blois-Nanterre
222
Peter de Clercq (Lotto)
Miguel Indurain
21ª
La Défense-París
175
Olaf Ludwig (Panasonic)
Miguel indurain


CLASIFICACIÓN GENERAL

1 MIGUEL INDURAIN (BANESTO)  100 h 49'30''
2 CLAUDIO CHIAPUCCI (CARRERA JEANS)  a 4'35''
3 GIANNI BUGNO (GATORADE) a 10'49''
4 ANDREW HAMPSTEN (MOTOROLA) a 13'40''
5 PASCAL LINO (RMO) a 14'37''
6 PEDRO DELGADO (BANESTO) a 15'16''
7 ERIK BREUKINK (PDM) a 18'51''
8 GIANCARLO PERINI (CARRERA) a 19'16''
9 STEPHEN ROCHE (CARRERA) a 20'23''
10 JENS HEPPNER (TELEKOM) a 25'30''

CLASIFICACIÓN POR PUNTOS

1 LAURENT JALABERT (ONCE) 293 pts.
2 JOHAN MUSEEUW (LOTTO) 262 pts.
3 CLAUDIO CHIAPUCCI (CARRERA) 202 pts.

CLASIFICACIÓN DE LA MONTAÑA

1 CLAUDIO CHIAPUCCI (CARRERA) 410 pts.
2 RICHARD VIRENQUE (RMO) 245 pts.
3 FRANCO CHIOCCIOLI (GB-MG) 209 pts.

CLASIFICACIÓN DE LOS JÓVENES

1 EDDY BOUWMANS (PANASONIC) 101 h. 18' 05''
2 RICHARD VIRENQUE (RMO) a 17' 26''
3 JIM VAN DER LAER (TULIP) a 31'54''

CLASIFICACIÓN POR EQUIPOS

1 CARRERA JEANS TASSONI 302 h. 58' 12''
2 BANESTO a 18' 16''
3 CLAS-CAJASTUR a 49' 27''