domingo, 15 de junio de 2014

HISTORIA DE LOS MUNDIALES: 15-VI-1958, CUANDO PELÉ DEBUTÓ EN UN MUNDIAL

Todos los mundiales son recordados por diversos motivos, y el de Suecia 58 no es una excepción. Para los españoles, fue el mundial al que inexplicablemente no nos clasificamos, a pesar de tener un auténtico equipazo con jugadores como Kubala, Gento y Di Stefano; para los ingleses, es el mundial al que habrían podido optar de no ser por el terrible accidente de avión en el que perdió la vida medio Manchester United (y algunas figuras inglesas, como el gran delantero Duncan Edwards); para los franceses, es el mundial del inolvidable record de Just Fontaine, máximo goleador de una única edición al conseguir nada menos que 13 tantos en 6 partidos. Pero por encima de estas y otras realidades, hay una verdad que se abre paso para todos los amantes del fútbol: Suecia 58 siempre ha sido y será el primer mundial que disputó Edson Arantes Do Nascimento, "Pelé".

Pelé remata de cabeza ante la oposición de los defensas de la URSS: el joven delantero tuvo un gran debut

Debatir en torno al papel de Pelé en la historia del fútbol daría para una o varias entradas, así que lo resumiremos en un breve párrafo. Se le considera por la mayoría (sobre todo entre los veteranos) como el más grande de la historia; se dice que como atacante lo tenía todo, que no ha habido otro como él. Tampoco faltan los que le quieren quitar parte de los muchísimos galones que otros le atribuyen: se le critica por no haberse atrevido a dar el salto a Europa, y se asegura que si gente como Messi o Cristiano Ronaldo hubiera jugado en su época, habrían ganado y marcado aún más titulos y goles que el crack brasileño. El debate sobre si es inalcanzable o si los ha habido mejores siempre estara ahí. Pero hay algo que podemos afirmar sin tapujos ni debates: Pelé fue clave en el triunfo brasileño en el mundial de Suecia, y fue el gran líder de su selección durante los 12 años siguientes.

Pero volvamos al 58. Al campeonato del mundo acudía una selección brasileña que en los torneos anteriores no había estado a la altura de las expectativas. En el 50, Uruguay les había "robado" su mundial con una victoria final en Maracaná que había traumatizado al país entero. En el 54, Brasil había sido eliminada con merecimiento por la extraordinaria selección de Hungría, confirmando su perdida de nivel en el contexto internacional. A Suecia llevaba un gran equipo, pero las citadas derrotas ayudaban a que su potencial no fuera totalmente valorado. Recordemos que Brasil aún no había ganado un mundial, y que sus grandes futbolistas de aquella convocatoria no se habían puesto a prueba en las ligas europeas de primer orden.

El papel de Pelé en esa selección todavía no había sido relevante. Había debutado un año antes, con tan solo 16 primaveras; había jugado bien y había marcado goles en los partidos disputados, pero seguía siendo muy joven para una prueba tan dura, y la competencia en su puesto era enorme. Vicente Feola, el técnico de la "canarinha", jugaba con dos delanteros por el centro, y esos puestos parecían en principio reservados a dos jugadores más contrastados: por un lado estaba Vavá, estrella del Vasco de Gama que tras aquel torneo ficharía por el Atlético de Madrid, por el otro estaba José Altafini "Mazzola", fenomenal goleador del Palmeiras que estaba a punto de firmar un contrato para unirse al A.C. Milán a partir de aquel verano. Pelé había realizado una buena temporada con el Santos, pero no parecía suficiente. Además, una lesión tras una dura entrada en un partido amistoso en los días previos al mundial le hizo perder aún más terreno, y a punto estuvo el entrenador de excluirle de la convocatoria.

 Vicente "el gordo" Feola: un entrenador innovador que llevó a Brasil a ganar su primer mundial

Sin estar disponible para el primer partido, Pelé tuvo que ver como su equipo se imponía con claridad por 3-0 ante Austria, con goles precisamente de su competencia directa (dos de Altafini y uno de Vavá). Fue en el siguiente choque cuando su situación empezó a cambiar: la selección de Inglaterra fue capaz de sacarle un empate a cero a los brasileños, en un encuentro en el que el guardameta inglés McDonald rindió a un gran nivel. Preocupado por la falta de acierto ante el marco contrario, y presionado por los veteranos del equipo, Feola tomó la arriesgada decisión que aún no se había atrevido a tomar: puso de titulares en el siguiente partido ante la URSS a Pelé y a otro imprevisible jugador que aún no había disputado ni un minuto en el torneo: Manuel Francisco dos Santos, "Garrincha". Pelé sería el acompañante de Vavá, en detrimento de un Altafini que no acababa de convencer al técnico tras la distracción que le había supuesto la multimillonaria oferta del Milán.

 Edvaldo Izidio Neto, "Vavá". El delantero del Vasco de Gama anotó cinco goles en Suecia 58

El partido no era ante un equipo cualquiera: la URSS era un equipo duro y rocoso, que contaba con el que para muchos era el mejor portero del mundo, Lev Yashine, y que dos años más tarde mostraría el alcance de su nivel al ganar la primera edición de la Eurocopa. Había obtenido dos buenos resultados en las dos primeras jornadas del campeonato, al ganar 2-0 a Austria y empatar también con los ingleses. Estadísticas en mano no parecía que hubiera mucha diferencia entre ambos equipos.

Pero no fue eso lo que se vio el 15 de junio, cuando ambos equipos saltaron al Ullevi stadium de Goteborg. Brasil lo hizo con 4-2-4, en el que el gran Didí (otra de las increibles estrellas de aquel conjunto) llevaba la manija en el centro del campo, y en el que Garrincha, Pelé y Vavá llevaron peligro desde el primer momento. A los tres minutos había sido Vavá quien, tras un excelente pase al hueco con exterior de Didí, había adelantado a su equipo en el marcador. Para entonces, primero Garrincha y luego Pelé ya habían estrellado dos balones en los palos. Brasil empezaba arrollando.

 Garrincha bordó el fútbol ante los soviéticos. Aquí, su disparo se estrella en el palo

El resto de la primera parte fue un monólogo de la "canarinha", ya que los soviéticos apenas inquietaron al guardameta Gilmar en un par de ocasiones. Garrincha hacía verdaderas diabluras por la banda derecha, regateando repetidamente a su marcador Kuznetsov y a Krizhevski. Pelé por su parte jugó por el centro, y su movilidad, calidad y facilidad para tirar paredes (especialmente con Didí y Vava) fueron una verdadera pesadilla para los zagueros rivales.

La segunda parte fue más de lo mismo: un equipo soviético incapaz de sobreponerse a los brasileños, y un equipo brasileño que bordó el futbol a base de calidad en el desborde, toque y velocidad en los últimos metros. El segundo tanto tenía que llegar, y fue de nuevo Vavá su autor tras una excelente combinación con Pelé, que le puso el tanto en bandeja a su compañero en el minuto 77. En esa acción Vavá quedó lesionado, no pudiendo jugar el siguiente partido ante Gales.

A partir de ahí, Brasil aprovechó su calidad técnica para dormir el juego a base de controlar la pelota, asegurando una victoria que le otorgaba el primer puesto del grupo (algo muy deseado para conseguir un mejor cruce en cuartos de final). Cuando el colegiado francés Guide señaló el final del partido, el marcador señalaba 2-0 y los espectadores del mundo en general y de Suecia en particular empezaban a conocer a dos extraordinarios futbolistas, Garrincha y Pelé, que iban a pasar por derecho propio a la historia de este deporte.

Ha terminado el partido. Los jugadores soviéticos se fotografían con un orgulloso Pelé

Pelé ya no abandonó el equipo titular en el resto del campeonato (al igual que Garrincha) y su peso en el equipo fue creciendo: marcó goles en las eliminatorias de cuartos (Gales), semifinales (Francia) y en la final (Suecia), acabando el torneo con seis tantos, colaborando de forma decisiva en el título ganado por su equipo y formando parte del once ideal del torneo. Su carrera se extendió durante tres mundiales más, ganando otros dos y consolidando como ningún otro jugador la preponderancia de Brasil en el fútbol mundial. Un sueño para cualquier deportista que empezó a hacerse realidad aquel 15 de junio, ante un equipo soviético que sólo pudo rendirse ante su talento.

FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO

BRASIL: Gilmar, De Sordi, Nilton Santos, Zito, Bellini, Orlando, Garrincha, Didí, Vavá, Pelé, Zagalo
URSS: Yashine,  Kessarov, Kuznetsov, Voinov, Krizhevski, Zarek, A. Ivanov, V. Ivanov, Simonian, Netto, Iljin

GOLES: 1-0 Vavá (3'); 2-0 Vavá (77')

ÁRBITRO: M. Guide (Francia)

ESTADIO: Nya Ullevi (Goteborg, Suecia)


TAMBIÉN PASÓ UN QUINCE DE JUNIO

ESPAÑA 1982: Hungría se impuso por 10-1 a la selección de El Salvador, obteniendo la goleada más grande de la historia de los mundiales. No obstante, no le sirvió de mucho, ya que fue eliminada en la fase de grupos por Bélgica y Argentina


MÉXICO 1986: En uno de los partidos más espectaculares de esta Copa del Mundo, Bélgica se impuso por 4-3 a la Unión Soviética, en un duelo que acabó decantándose en la prórroga. Belanov hizo un hat-trick para los soviéticos, mientras que Scifo, De Mol, Claesen y Ceulemans anotaron para los belgas.


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