martes, 17 de junio de 2014

HISTORIA DE LOS MUNDIALES: 17-VI-1970, CUANDO SE JUGÓ EL PARTIDO DEL SIGLO

A ninguno nos extraña la expresión "Partido del siglo". La hemos oído muchas veces, sobre todo aquí en España cada vez que Barcelona y Real Madrid se enfrentan con algo en juego. Pero la realidad es que ni catalanes ni madrileños inventaron esta expresión, y que a nivel internacional existe cierto consenso a la hora de aplicar este término a un encuentro que nada tiene que ver con nuestros dos colosos: me estoy refiriendo a la semifinal del mundial 70 disputada por Italia y la República Federal de Alemania, que finalizó con 4-3 en el marcador.

 Placa conmemorativa del llamado "Partido del siglo" en el estadio azteca

Supongo que la mayoría habéis visto el partido. En caso de no ser así, os recomiendo que aprovechéis el enlace que os dejo más abajo y que lo veáis cuando tengáis un rato. Asistiréis a un espectáculo repleto de emoción, tensión, ocasiones, goles y dramatismo, especialmente en la media hora de la prórroga, considerada junto con la disputada por Francia y la RFA en el 82 como la mejor de todos los tiempos. Italia se llevó el gato al agua, pero aquella tarde sobre el césped del estadio azteca de Ciudad de México ambos equipos se hicieron un hueco en la historia de este deporte.

No hay mucho más que contar sobre la RFA en el mundial 70, puesto que fue protagonista de la entrada que hice el 14 de junio, pero no cuesta nada dedicar unas líneas a aquella selección italiana de excelente nivel. Y es que estamos hablando del equipo que llegó a México 70 como campeon de Europa, título que había alcanzado en 1968 al derrotar en la final a Yugoslavia. En su línea tradicional, sus planteamientos no eran excesivamente ofensivos, pero tenían pegada cuando se lanzaban al ataque y solían encajar pocos goles. Sus estrellas principales eran los zagueros Burgnich y Facchetti (los dos del Inter), los centrocampistas ofensivos Rivera (Milán) y Mazzola (Inter), que protagonizaban una intensa rivalidad por un puesto en el equipo titular, y los delanteros Gigi Riva (Cagliari) y Boninsegna (Inter). Un auténtico equipazo al que sólo una gran Brasil, quizás la mejor de la historia, pudo alejar del título.

 Gianni Rivera, legendario jugador del mundial y de la selección italiana, Balón de Oro en el 69

No obstante, su camino hasta las semifinales no había sido todo lo brillante que se esperaba. Sus tres partidos de la primera fase se solucionaron con resultados bastante pobres, protagonizados por un equipo más pendiente de defender que de atacar; debido a ello, Italia sólo anotó un gol, el de la victoria frente a Suecia, saldando los otros dos encuentros ante Uruguay e Israel con dos empates a cero. Mejor le fue en el partido de cuartos ante México, en el cual remontaron el tanto inicial de los anfitriones para acabar imponiéndose por 4-1 con goles de Riva (2), Rivera y de Pena en propia meta.

Para el encuentro contra los alemanes, el técnico Ferruccio Valcareggi optó por la misma alineación y sistema que tan buen resultado le dio contra los mexicanos: Albertosi en la portería; Burgnich, Facchetti, Cera, Rosato en defensa; Bertini, Mazzola y De Sisti en la media; y Riva, Domenghini y Boninsegna como atacantes. Los alemanes, por su parte, si que realizaron cambios respecto a la victoria frente a Inglaterra, destacando la presencia en el equipo de Grabowski, el futbolista del Eintracht de Frankfurt que había sido vital en cuartos. También Schultz y Patzke entraron en la defensa reemplazando a Hoettges y Fichtel. En general era difícil pronosticar un favorito, aunque se especulaba con un factor que podía ser importante: el esfuerzo extra que había supuesto para los alemanes jugar la prórroga ante Inglaterra.

 El saludo previo entre los dos capitanes, Uwe Seeler y Facchetti. El partido está a punto de empezar

El partido se rompió al poco de empezar gracias a un gol de Italia a los 7 minutos. Su autor fue el delantero Roberto Boninsegna, con un fuerte disparo desde fuera del área. El tanto puso el partido para el escenario favorito de los italianos: defensa sólida y firme, dejar el dominio territorial al adversario e intentar sentenciar a la contra. Los alemanes, de nuevo se veían obligados a tomar la iniciativa. Y lo hicieron.

Roberto Boninsegna celebra eufórico su gol

No fueron pocas las ocasiones que tuvieron en esa primera parte: Gerd Müller desperdició un par de remates, Albertosi se lució ante un potente disparo de Grabowski, y se pidió un posible penalti a Beckenbauer. Italia esperaba, y de vez en cuando asustaba, teniendo su mejor opción con un tiro libre indirecto desde dentro del área grande que desperdició Mazzola. Precisamente el crack de Inter fue sustituido en el descanso por la figura del Milán Gianni Rivera, un cambio que ya había realizado Valcareggi ante México con buenos resultados.

En el segundo tiempo Alemania intensifica su dominio. Los germanos acosan la porteria italiana, y tienen en el veterano Uwe Seeler su rematador más activo y peligroso. También el creativo centrocampista Overath tiene un par de buenas ocasiones, primero con un tiro desviado y luego con un remate desde el corazón del área que se acaba estrellando en el larguero. Movido por la ambición de la remontada, el técnico alemán Helmut Schoen agota pronto sus dos cambios, al sustituir al inoperante Loehr por Libuda, y al defensa Patzke por el centrocampista ofensivo Held. Schoen busca en los cambios un desequilibrio que en ocasiones está generando precisamente el cambio rival: Gianni Rivera está siendo el conductor de los contrataques italianos, y su jugador más peligroso en los primeros compases de la segunda parte.

Sin embargo, el hecho de que Alemania agotara sus cambios desemboacaría en una de las situaciones más heroicas e inolvidables del encuentro: en torno al minuto 70, Beckenbauer realiza una más de sus espectaculares arrancadas desde la defensa, y es derribado sin miramientos al borde del área. Los jugadores alemanes protestan indignados lo que ellos consideran penalti, sin darse cuenta de que se les plantea un nuevo problema: Beckenbauer se ha lesionado al caer y ya no hay opción de sustituirle. Haciendo de tripas corazón, el "kaiser" recibe una cura rudimentaria y vuelve a saltar al campo con el brazo en cabestrillo, para no dejar a su equipo en inferioridad numérica. Sin duda, una de las estampas más famosas de la historia de la copa del mundo.

 Beckenbauer dio toda una lección de sacrificio al seguir jugando lesionado

Los últimos minutos del tiempo reglamentario son intensísimos, de gran emoción: Alemania saca lo que le queda dentro y repetidamente asedia la porteria de Albertosi, con Seeler de nuevo al mando. El delantero del Hamburgo es objeto de un claro penalti que el árbitro no señala, y realiza un espectacular remate de cabeza que el guardameta italiano salva con una mano prodigiosa. Albertosi se ha mostrado a lo largo del partido capaz de todo, realizando paradas de mucho mérito pero siendo peligrosamente inseguro con el balón en los pies o cuando tiene que salir del marco.

Finalmente, del córner provocado por Seeler, surge el empate en el 92: un nuevo centro del peligroso Grabowski alcanza la frontal del área pequeña, ningún italiano sale al cruce, el portero no se decide, y tal oportunidad no la desaprovecha el central Schnellinger, que envia el balón a la red. La desesperación italiana contrasta con la euforia alemana y de los aficionados mexicanos presentes en el estadio, deseosos de vengar la eliminación de los suyos a manos de la "azzurra". El árbitro pitará el final un minuto más tarde, dando paso a una prórroga inolvidable.

 Momento en el que Schnellinger consigue el ansiado empate a uno

En el tiempo extra, Gerd Müller sustituye a Seeler como protagonista del ataque alemán. Primero, con un fenomenal remate de cabeza que Albertosi despeja a córner. En el saque de esquina, el balón queda suelto en el área, Albertosi y el recién salido Poletti no se ponen de acuerdo en quien va a por él y el ariete del Bayern de Munich muestra su oportunismo. 2-1 para Alemania en el minuto 95, parece que una nueva remontada esta en camino.

Verse por detrás en el marcador obliga a los italianos a hacer algo que no les gusta demasiado: llevar la iniciativa. Y sin embargo, no sólo son capaces de hacerlo, sino que además lo hacen con una eficacia demoledora: es ahora cuando surge la mejor Italia, capaz de remontar el choque en menos de diez minutos. Primero es el defensa Burgnich quien marca, tras rematar un balón suelto después de que los alemanes no acierten a despejar un balón colgado al área; después es el gran Gigi Riva, el peligroso delantero del Cagliari, quien anota tras recibir un pase en profundidad, romperle la cintura a Schnellinger y cruzar el balón lejos del alcance de Maier. Finaliza la primera parte de la prórroga e Italia vuelve a estar por delante, frente a un rival casi agotado y en el que uno de sus jugadores ha de llevar un brazo sujeto al cuerpo.

Pero ya lo dije en la entrada del día 14: Alemania NUNCA se rinde. Los germanos siempre aprovechan hasta la última bala que tengan en el cargador, y aquel día aún les quedaba una. Tras otro córner provocado por otro remate de Seeler que desvía Albertosi, el balón vuelve centrado a la cabeza del veterano  ariete, que esta vez en lugar de rematar la coloca en la frontal de la pequeña; allí Albertosi vuelve a dudar y Müller hace su segundo gol. Minuto 110, 3-3.

 Müller mostró sus recursos cara a puerta al anotar dos goles

Italia debía responder con contundencia para evitar que se le escapara el partido, y vaya si lo hizo. Su reacción fue tan fulgurante que los jugadores alemanes no llegaron a tocar el balón desde el saque de centro hasta que la "azzurra" consiguió el cuarto gol. Un pase en profundidad de Facchetti buscando el desmarque de Boninsegna dejó al atacante con la pelota cerca de la portería; en vez de rematar buscó el pase atrás para que Rivera, que venía lanzado, anotara su gol más importante con la selección de un disparo raso. El 4-3 que acabaría por ser definitivo subía al marcador.

Este tercer jarro de agua fría es ya demasiado para Alemania, que ahora sí se muestra incapaz de conseguir una nueva igualada. Sus últimos intentos son estériles, quedando para el recuerdo la conmovedora imagen de un Beckenbauer agotado y mermado físicamente persiguiendo con lo que le queda a los jugadores italianos, que a la mínima que pueden duermen el balón. Sin más novedad y ante el delirio de los aficionados transalpinos, el árbitro señala el final del partido. El tanto de Rivera conduce a lo suyos a la final, en la cual... Bueno, hicieron lo que pudieron ante Pelé y compañía (probablemente Alemania no hubiera hecho mucho más).

 Albertosi vuela para despejar un remate alemán. El portero del Cagliari tuvo intervenciones de mérito

Aún hoy, la leyenda de este mítico partido persigue a todos los que formaron parte de él. Sus 120 minutos, y muy especialmente los 30 últimos, forman parte de los momentos de oro de la historia de los mundiales de fútbol. Las contras italianas, las ocasiones alemanas, la lesión de Beckenbauer, el abarrotado estadio, el gol al límite del tiempo de Schnellinger, los dos tantos de Müller y las reacciones italianas en el tiempo añadido configuraron una auténtica obra de arte a la cual los años no han restado belleza. ¿Tendremos en Brasil 2014 algún partido eliminatorio de este nivel? Seguramente no, pero tampoco pedimos tanto. Con que fueran la mitad de emocionantes yo creo que nos conformaríamos.




FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO

ITALIA: Albertosi, Burgnich, Facchetti, Cera, Rosato (Poletti 91'), Bertini, Mazzola (Rivera 46'), De Sisti, Domenghini, Boninsegna, Riva
ALEMANIA FEDERAL: Maier, Schnellinger, Beckenbauer, Schultz, Vogts, Patzke (Held 66'), Overath, Grabowski, Loehr (Libuda 53'), Gerd Müller, Seeler

GOLES: 1-0 Boninsegna (7'); 1-1 Schnellinger (90); 1-2 Gerd Müller (95'); 2-2 Burgnich (99'); 3-2 Riva (103'); 3-3 Gerd Müller (110'); 4-3 Rivera (113')

ÁRBITRO: Yamasaki (México)

ESTADIO: Azteca (Ciudad de México, México)

TAMBIÉN OCURRIÓ UN 17 DE JUNIO

CHILE 1962: Brasil se proclamaba campeona por segunda vez en su historia, al imponerse a Checoslovaquia por 3-1. Los europeos se adelantaron en el marcador por medio de Masopust, pero Amarildo (sustituto del lesionado Pelé en el equipo titular) empató rápidamente. Ya en la segunda parte, Zito y Vavá corrobaron la victoria "canarinha". Mauro fue el encargado de recoger la copa y Garrincha fue reconocido como el jugador más desequilibrante de esta edición de la copa del mundo.


COREA-JAPÓN 2002: La selección de Estados Unidos hacía historia al acceder a los cuartos de final del mundial, derrotando a México por 2-0. McBride y Donovan marcaron para los estadounidenses, que verían su racha truncada por los alemanes en el siguiente encuentro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario